Esta mañana se realizó en el patio del Colegio Nuestra Señora de Loreto, respetando los protocolos vigentes, la misa de cierre de la fiesta patronal, presidida por Monseñor Ñañez, a quien nuestro párroco padre Pablo Ardiles le dedicó, casi al final de la misma, unas cálidas palabras de gratitud y de familiar apertura por parte de nuestra comunidad, que siempre estará disponible para recibirlo como a un buen padre. Monseñor Ñañez por su parte, hizo mención en el sermón de lo querida que es la advocación de Nuestra Señora de Loreto para nuestra Arquidiócesis, ya que sus sacerdotes pasan gran parte de su vida formándose en el Seminario Mayor que lleva su nombre. Asimismo apeló a revalorizar la cotidianidad de la vida en familia, contemplando en este adviento la vida de Jesús junto a María y José antes de llevar a cabo su misión en la dimensión pública.
En la celebración estuvieron presentes y recibieron la bendición de Monseñor, los abanderados y las autoridades del colegio parroquial, el cual celebró este lunes pasado su jubileo por los 60 años. Durante la misa se bendijeron y entregaron rosarios a los últimos grupos de niñas y niños que asisten a la Catequesis para la Primera Comunión, tal como ha ido sucediendo en varias de las celebraciones durante la novena. Después de la celebración eucarística se realizó una procesión con la imagen de Nuestra Señora de Loreto por las calles del barrio y finalizó la fiesta patronal con un afectuoso agasajo comunitario.
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