Liturgia de las horas

Hora Intermedia

V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

HIMNO

TERCIA

El mundo brilla de alegría.
Se renueva la faz de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
 
Ésta es la hora
en que rompe el Espíritu
el techo de la tierra,
y una lengua de fuego innumerable
purifica, renueva, enciende, alegra
las entrañas del mundo.
 
Ésta es la fuerza
que pone en pie a la Iglesia
en medio de las plazas
y levanta testigos en el pueblo,
para hablar con palabras como espadas
delante de los jueces.
 
Llama profunda,
que escrutas e iluminas
el corazón del hombre:
restablece la fe con tu noticia,
y el amor ponga en vela la esperanza,
hasta que el Señor vuelva.

SEXTA

Te está cantando el martillo,
y rueda en tu honor la rueda.
Puede que la luz no pueda
librar del humo su brillo.
¡Qué sudoroso y sencillo
te pones a mediodía,
Dios en la dura porfía
de estar sin pausa creando,
y verte necesitando
del hombre más cada día!
 
Quien diga que Dios ha muerto
que salga a la luz y vea
si el mundo es o no tarea
de un Dios que sigue despierto.
Ya no es su sitio el desierto
ni en la montaña se esconde;
decid, si preguntan dónde,
que Dios está —sin mortaja—
en donde un hombre trabaja
y un corazón le responde. Amén.

NONA

Fundamento de todo lo que existe,
de tu pueblo elegido eterna roca,
de los tiempos Señor, que prometiste
dar tu vigor al que con fe te invoca.
 
Mira al hombre que es fiel y no te olvida,
tu Espíritu, tu paz háganlo fuerte
para amarte y servirte en esta vida
y gozarte después de santa muerte.
 
Jesús, Hijo del Padre, ven aprisa
en este atardecer que se avecina,
serena claridad y dulce brisa
será tu amor que todo lo domina. Amén

SALMODIA

Ant. 1. Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere. Aleluya.

Salmo 118, 25-32

Mi alma está pegada al polvo:
reanímame con tus palabras;
te expliqué mi camino, y me escuchaste:
enséñame tus leyes;
instrúyeme en el camino de tus decretos,
y meditaré tus maravillas.
 
Mi alma llora de tristeza,
consuélame con tus promesas;
apártame del camino falso,
y dame la gracia de tu voluntad;
escogí el camino verdadero,
deseé tus mandamientos.
 
Me apegué a tus preceptos,
Señor, no me defraudes;
correré por el camino de tus mandatos
cuando me ensanches el corazón.

Ant. Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere. Aleluya.

Ant. 2. Fue entregado a la muerte por nuestros pecados, y resucitado para nuestra justificación, Aleluya.

Salmo 75
I

Dios se manifiesta en Judá,
     su fama es grande en Israel;
     su tabernáculo está en Jerusalén,
     su morada en Sión:
     allí quebró los relámpagos del arco,
     el escudo, la espada y la guerra.

Tú eres deslumbrante, magnífico,
     con montones de botín conquistados.
     Los valientes duermen su sueño,
     y a los guerreros no les responden sus brazos.
     Con un bramido, oh Dios de Jacob,
     inmovilizaste carros y caballos. 

Ant. Fue entregado a la muerte por nuestros pecados, y resucitado para nuestra justificación, Aleluya.

Ant. 3. Sí habéis sido resucitados con Cristo, buscad las cosas de arriba. Aleluya.
 
II

Tú eres terrible: ¿quién resiste frente a ti
     al ímpetu de tu ira?
     Desde el cielo proclamas la sentencia:
     la tierra teme sobrecogida,
     cuando Dios se pone en pie para juzgar,
     para salvar a los humildes de la tierra.

La cólera humana tendrá que alabarte,
     los que sobrevivan al castigo te rodearán.
     Haced votos al Señor y cumplidlos,
     y traigan los vasallos tributo al Temible:
     él deja sin aliento a los príncipes,
     y es temible para los reyes del orbe. 

Ant. Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba. Aleluya.

TERCIA 

LECTURA BREVE Hch 2, 32. 36

Dios resucitó a Jesús, y todos nosotros somos testigos. Por lo tanto, todo Israel esté cierto de que al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios los ha constituido Señor y Mesías. 

V. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.
R. Sea él nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.

ORACIÓN

Dios todopoderoso y eterno, que por el misterio pascual has restablecido tu alianza con los hombres, concédenos realizar en la vida cuanto celebramos en la fe. Por nuestro Señor Jesucristo.

SEXTA

LECTURA BREVE Ga 3, 27-28

Los que os habéis incorporado a Cristo por el bautismo os habéis revestido de Cristo. Ya no hay distinción entre judíos y gentiles, esclavos y libres, hombres y mujeres, porque todos sois uno en Cristo Jesús.

V. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.
R. Sea él nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.

ORACIÓN

Dios todopoderoso y eterno, que por el misterio pascual has restablecido tu alianza con los hombres, concédenos realizar en la vida cuanto celebramos en la fe. Por nuestro Señor Jesucristo.

NONA

LECTURA BREVE 1 Co 5, 7-8

Quitad la levadura vieja para ser una masa nueva, ya que sois panes ázimos. Porque ha sido inmolada nuestra víctima pascual: Cristo. Así, pues, celebremos la Pascua, no con levadura vieja (levadura de corrupción y de maldad), sino con los panes ázimos de la sinceridad y la verdad.

V. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.
R. Sea él nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.

ORACIÓN

Dios todopoderoso y eterno, que por el misterio pascual has restablecido tu alianza con los hombres, concédenos realizar en la vida cuanto celebramos en la fe. Por nuestro Señor Jesucristo.

CONCLUSIÓN

V. Bendigamos al Señor. Aleluya. 
R. Demos gracias a Dios. Aleluya, aleluya.

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